|| Buena suerte con eso, corazón.

por **everything** Sáb Feb 02, 2019 3:54 pm

Buena suerte con eso, corazón.

Mike se acomodó y abrió los ojos. Vió su almohada, su mesa de luz, la guitarra que no usaba desde hace meses porque le daba miedo romperla. Bajó la vista y se le cortó la respiración. Luego recordó lo que había pasado la noche anterior y entendió porqué Bloom estaba durmiendo arrecostada contra su pecho. El ángel no pareció darse cuenta de que Michael se había despertado, en cambio, se resguardó mas contra él.
De hecho, le hacía bien tener compañía, y sobre todo, su compañía. La abrazó intentando no despertarla y comenzó a hacerle caricias en la cara, a lo que Bloom reaccionó abrazándolo también.
Mike sonrió. Por fin, después de no dormir durante semanas, había logrado lo que quería, y había resultado mejor de lo que esperaba. ¡Quién lo diría! Bloom Novak durmiendo con Mike Schmidt. Podría incluso llegar a sonar forzado.

—¿Mike?— preguntó Bloom, ciertamente dormida.

El chico la observó, sosteniéndole por primera vez la mirada.

—Buen día— musitó.

Continuó pensando. Aunque aún no estaba seguro; de ahí en adelante, ¿eran pareja? Supuso que dormir juntos era algo que hacían las parejas, aunque esperaba que Bloom se lo afirmara antes de pensar más.

—Buen día— contestó el ángel.

Por otro lado, a Bloom la molestaban otras cosas. Sus padres. Nancy y Henry eran ciertamente especiales en cuanto a los amigos de Bloom. Y considerando que Mike era algo más que un amigo, sería peor. Ya le habían dicho que no querían que se juntara con él. ¿Y qué estaba haciendo? Estaba acostada con él. «Qué inteligente eres, Bloom» pensó, «si tus padres se enteran te matarán».
De todos modos, apartó esos pensamientos y se acurrucó contra Michael, esperando sentirse más segura. Alzó la mirada para mirarlo, encontrándose con que él también la estaba mirando.

—¿Dormiste bien?— Bloom rompió el silencio.

—Definitivamente mejor que antes— contestó Mike, esperando que la chica se sintiera halagada.

Ambos hicieron silencio. Querían decir algo, pero no encontraban el momento.

—Yo...— comenzaron a la vez.

Se miraron, sabiendo cuál era el punto al que querían llegar.

—Sí— dijo Bloom — Lo somos.

—¿Sí lo somos?— preguntó Mike — Vale, yo solo quería... ya sabes, asegurarme.

El ángel rió y besó a Michael en la frente, como ya se estaba acostumbrando a hacer. Continuaron hablando por un rato. Aún así, Bloom estaba preocupada sobre cómo iba a tapar las marcas que tenía en el cuello.

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♪ Hye Ri